viernes, 30 de diciembre de 2011

probadores

Hola!

Como bien os dije ayer me embarqué en una shoppig spree. Primero tocó ZARA hombre.
Un amigo me había encargado (más bien le había convencido) que le comprará una camisa azul (en un tono muy raro, llamémosle azul tapón de boli BIC) para nochevieja ya que la morada que el se había comprado no le pegaba en absoluto con su traje y su corbata negros. Al final cogí una camisa algo más oscura que el tono con unas rayitas blancas, muy mona. En dos palabras era moderna pero elegante, no la típica camisa de hoy en día que si enciendes una cerilla al lado parece que va a prender fuego. Desgraciadamente no le gustó y la pobre está metida en una bolsa en mi coche esperando a ser devuelta (o cambiada por unos jerseys monísimos de ZARA hombre, de lana y anchos, de estos que dan calorcito).

Después de haber mareado a la pobre dependienta y tras superar la tentación de una de mis tiendas favoritas llegué a PULL & BEAR. Para mi sorpresa encontré un vestido bastante mono, negro, en resumen un LBD (resulta que no tengo ninguno en el armario!!!). Así me dirigí a los probadores, conseguí cerrar la cortina y miré hacia arriba. Me encontraba debajo de dos lamparas fluorescentes. Después de dos minutos dudando si probarme el vestido o no, me lo probé. Me parece un delito que utilicen ese tipo de luces en los probadores. ¿no se dan cuenta que sacan más imperfecciones (y por tanto hacen que la gente no se compre lo que se prueba)?

Con el mosqueo típico al verme tan horrible en un espejo seguí dando una vuelta por el centro comercial. Tras pasar por H&M y no ver nada bonito más que las gomas de pelo, decidí superar mi fobia a las tiendas oscuras con música a tope que parecen una discoteca. Entré en STRADIVARIUS y salí tras dar una vuelta en el primer burro. Es algo que no entiendo, ¿no se supone que vamos a comprar ropa? Pues, ¿cómo la vamos a comprar si no somos ni capaces de distinguir los tonos? Como decía una amiga mía, esto me indigna.

Así que finalmente me adentré en el paraíso italiano de MISS SIXTY. Con dos vestidos para probar me meto en un probador en el que ni siquiera soy capaz de girar 180º para verme la espalda. Con una iluminación perfecta, este probador se convierte en un infierno por el metro cuadrado que tienes como espacio. Pero encontré lo que andaba buscando (bueno más o menos) un vestido negro ceñido, con drapeado en el lado izquierdo, un tirante gordo y el otro que tape todo el hombro. La verdad que sentaba como un guante. Así que.... ¡ya tengo look para nochevieja! Mañana os subiré las fotos

Esta es la crónica de mi día de shopping.

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